viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Ser bueno es malo?

Suena curiosa esta pregunta, ¿verdad? Se supone que ser bueno, debe ser bueno, valga la redundancia. Pero al parecer, con la pérdida de valores que cada día estamos experimentando en nuestra sociedad y en el resto del mundo, destacarse positivamente en cualquier cosa que hagamos es sinónimo de problemas con quienes nos rodean. Existen personas que no saben tolerar el éxito del otro, por lo que buscan la forma de opacarlo de algún modo.
 
¿No sería mejor, que copiaran la actitud de la persona triunfadora, para que
también disfrute de ese éxito?
 
No se puede dejar de brillar, de ser emprendedores y luchadores, enfocados hacia un objetivo, por temor a que otros se sienta opacados, o se sientan menospreciados. Eso es rendirle culto a la mediocridad, lo cual es algo que no nos podemos dar el lujo de hacer. Si el otro se quiere quedar estancado en su zona de confort, pero le molesta que tu te esfuerces por salir de ella y rompas las barreras, ese es su problema, no el tuyo!
Todo aquel que desee salir del montón, hacer algo diferente, que agregue valor, adelante!!!
No te preocupes por el que dirán. Siempre habrá personas envidiosas y mediocres en el camino, que intentarán distraerte de tus objetivos, pero está en tí tener la fuerza suficiente de ponerlos en su lugar, de forma civilizada, y seguir tu sendero hacia esas metas que te has planteado.
Sin importar los obstáculos que se te presenten en el camino, no dejes de iluminar a otros con tu luz, comparte todo lo que sabes, porque el conocimiento no compartido es como agua estancada que se pudre porque no fluye para alimentar a los demás.
Si en caso contrario, eres un detractor de personas que se destacan, por favor revisa tu interior y haz un esfuerzo por sacar lo mejor de ti, para ponerlo al servicio de los demás, y que brilles con luz propia.

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